Finca La Emperatriz ha concluido un proyecto fotovoltaico de 80,22kW de potencia, con un total de 191 placas solares que producirán 96.200 kWh anuales, lo que permite alcanzar un 26,4% de ahorro mediante el autoabastecimiento energético.
Esto supone una mejora en la huella de carbono, con una reducción de 65.151 toneladas anuales de CO2, que dejan de emitirse a la atmósfera. Aproximadamente el equivalente a tres millones de árboles plantados y creciendo durante un año.
Otro paso más en la apuesta constante de la bodega por la sostenibilidad y la búsqueda de la eficiencia; y que se suma a otros logros ya conseguidos anteriormente, como la certificación de gestión medioambiental ISO 14001 (que acredita el control de los trabajos y la implementación de prácticas para la minimización de su impacto en el medio ambiente), la incorporación en 2017 de nuevos equipos de refrigeración por unos de alta eficiencia energética y la renovación en 2020 de la depuradora con un modernísimo sistema de ultrafiltración de membranas MBR.
Viticultura regenerativa y viñedo ecológico
Además, este año se ha completado el proceso para la certificación ecológica de las 32 hectáreas del viñedo más viejo de Finca La Emperatriz, que además están reconocidas bajo la figura de Viñedo Singular. Un proceso que ha venido respaldado por 15 años de trabajo aplicando el modelo de viticultura regenerativa, con prácticas que ayudan a regenerar el suelo y combatir el cambio climático y que, por supuesto, se aplican en todos los viñedos.
Prácticas que, entre muchas otras, comprenden acciones como la plantación de cubierta vegetal entre las hileras de las vides para fomentar la presencia de la fauna indígena y ayudar a la microbiota del suelo, el empleo de métodos de control de plagas y enfermedades con enfoques exclusivamente naturales y biológicos –cómo el uso de feromonas en lugar de pesticidas- o el uso cómo abono orgánico de los restos triturados de la poda.
Además, Eduardo y Víctor han apostado también por fomentar la biodiversidad en sus viñedos mediante la pluralidad de plantas nativas, entre las que hay que destacar la plantación en Finca La Emperatriz de más de un centenar de almendros, un árbol tradicional en la región. Esta diversidad de plantas mejora la retención de nutrientes en el suelo y su disponibilidad, lo que contribuye a su fertilidad reduciendo la necesidad de usar fertilizantes.
El objetivo de la bodega es claro: trabajar el viñedo buscando la calidad de las cosechas, al mismo tiempo que se generan condiciones de vida sostenibles y se ayuda a proteger el medio ambiente. Una filosofía fruto del convencimiento de que la sostenibilidad es garantía de calidad, pero también de continuidad para las futuras generaciones.